Hoy para despedir la Semana Santa, (ahora empieza la operación bikini, si o si), os traigo una receta súper fácil que lleva leche condensada y limón, unos de los ingredientes que mas gustan en mi casa. Es tan fácil que la podéis hacer en 10 minutos. En casa es un postre que gusta mucho, y en días así de tanto ajetreo, de visitas de familiares y amigos, estas recetas van genial porque se hacen en un momento y quedan muy bien.
Ingredientes para 4 copas:
-200gr de leche condensada
-Un limón grande.
-300ml de nata para montar
-Unas cuantas galletas ( yo Speculoos)
Preparación:
- Limpiamos bien la piel del limón y rallamos la piel. Recordad solo la parte amarilla, la parte blanca amarga. Exprimimos también el limón. Las cantidades son al gusto de cada uno, a mí así ya me sabe bastante a limón pero si os gusta mas fuerte le podéis poner un poco más.
- Luego mezclamos la leche condensada con el zumo y también parte de la ralladura para que tenga más aroma.
- En otro bol batimos la nata hasta que esté montada. Ya sabéis que, para que monte bien y rápido, debe estar la nata y el bol fríos.
- Una vez tengamos la nata montada añadimos poco a poco la mezcla de leche condensada mientras mezclamos con movimientos envolventes hasta que tengamos una crema homogénea.
- Rompemos unas galletas a trocitos ( yo trituradas),y las colocamos en fondo de unas copas. Repartimos la crema por encima y dejamos enfriar en la nevera.
- Justo antes de servir espolvoreamos con un poco más de piel de limón recién rallada o como yo en este caso que les puse un poco de la galleta triturada.
Riquísimoooo......
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Elenna.