Esta era otra de mis tartas pendientes pero como el ingrediente principal no me gusta mucho la tenia guardada haber si algún día me decidía a hacerla. Estaba segura que el día que la hiciera seguro que me iba a sorprender pues es una de las tartas más típicas de América y todo el mundo dice que esta buenísima. Ahora yo os lo puedo asegurar, yo y toda mi familia ya que la hice para el cumpleaños de mi padre porque como a él no le gustan las tartas muy dulces y empalagosas pensé que era el momento de probarla y madre míaaaaaa..... a todos nos ha gustado muchísimo y sin duda la hemos puesto la primera de la lista, su sabor, su esponjosidad y su humedad la hacen única, todo esto combinado con el tacto y el sabor de la crema de queso hacen que sea un auténtico placer para los sentidos.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 300 g de aceite de girasol
- 200 g de azúcar mascabado y 200 g de azúcar moreno.
- 300 g de harina de trigo integral
- 1 cdta de sal
- 1 cdta de canela
- 1 cdta de levadura en polvo
- 1 cdta de bicarbonato
- 350 g de zanahoria
- 4 huevos L
- 100 g de nueces picadas.
Para la crema de queso:
- 1 tarrina de Mascarpone.
- 1 tarrina de queso philadelphia.
- 250 g de nata líquida para montar.
- 150 g de azúcar glas.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo sin aire.
Engrasamos 3 moldes de 18-20 cm, podéis hacerlo como se ha hecho toda la vida untando mantequilla y espolvoreando con harina o bien utilizando el spray antiadherente para hornear. Introducimos la masa repartiéndola en los tres moldes e introducimos en el horno a media altura durante unos 40 minutos o hasta que al pinchar en el centro con un cuchillo éste salga casi seco. Dejaremos enfriar en una rejilla y cuando esté a temperatura ambiente la pasaremos a la nevera para que se enfríe del todo.
Para la crema de queso:
Batimos la nata con el azúcar sin llegar a montarla del todo, mezclar los dos quesos y batirlo todo junto hasta que quede como una nata montada y espesa pero sin pasarnos porque como lleva nata se nos puede cortar y entonces no tendrá la consistencia que tiene que quedar.
Ahora solo queda rellenar y decorar la tarta como más nos guste.